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Seamos sinceros, todos hemos padecido alguna vez una de esas sesiones de Brainstorming terribles en las que hay momentos incómodos de bloqueo mental o periodos donde algún participante dominante se apodera de la palabra eternamente. También hemos experimentado esas sesiones divertidísimas, donde algún facilitador entrenado en herramientas de creatividad emplea juguetes y muchos post-its, y de las que, al final, no salen ideas revolucionarias (o siquiera aplicables).

 

¿Por qué sucede esto?

Hay muchas causas, pero aquí les presento 5 muy comunes:

 

  1. Llegar sin la pregunta.

 

La pregunta es la protagonista de la sesión de ideación. De hecho, una ideación se puede describir como un ejercicio en el que un grupo de personas intentan responder una pregunta. Así llegar sin la pregunta bien preparada, es una invitación a que la sesión pierda su rumbo.

Y ¿Cómo debe ser una pregunta para un Brainstorming?

Normalmente, la pregunta tiene un formato como:

¿Qué actividad podríamos hacer para celebrar el cumpleaños de la empresa?

¿Qué nombre le ponemos a nuestro boletín de noticias?

¿Cómo podríamos organizar mejor la atención de los clientes en el punto de venta?

Sin embargo, la pregunta puede ser mejorada bastante. Estos son dos atributos que debe cumplir la pregunta a utilizar:

  • Debe ser entendida por todos. Es decir, todos los participantes deben interpretar la pregunta del mismo modo. Para asegurar esto, el facilitador puede dedicar un par de minutos para hacer un Juego de puesta de acuerdo. (El juego WakeUpBrain puede ser un gran aliado aquí)
  • Debe ser «emocionante». Es decir, debe ser un desafío que active la creatividad de los participantes.

 

 

 

2. No criticar las ideas

Empecemos por decir que Alex Osborn sí tenía razón. NO es buen práctica criticar las ideas cuando se están proponiendo. Sin embargo, un error común que cometen los facilitadores de sesiones de ideación es anunciar que «Está prohibido criticar». Esto no hace mucho sentido. Criticar es importante para identificar los puntos débiles de las ideas y poderlos mejorar.

La alternativa para habilitar la crítica mientras se mantiene a salvo el proceso creativo es proponer una sesión de ideación en dos tiempos:

  • Tiempo 1: Generación de ideas. El objetivo es llegar a 20 ideas en 20 minutos
  • Tiempo 2: Análisis de ideas. El objetivo es analizar las ideas propuestas, mejorarlas y seleccionar las mejores.

Cuando los participantes entienden que criticar SI está permitido (solo que su momento llegará después de generar muchas ideas), se sienten mucho más cómodos frente a las ideas que proponen los demás.

 

 

 

 

3. Idear sin «calentar cerebros»

Muchos de los invitados a una sesión de ideación no están muy seguros (o no tienen la más mínima idea) de la razón por la que fueron invitados o del objetivo real de la reunión. Para muchos de ellos se trata de una más de las múltiples reuniones que tienen en el día. Llegan con su portátil bajo el brazo y el celular en su mano y, mientras terminan de llegar los otros invitados y el facilitador logra imponer el orden, aprovechan para contestar algunos correos más.

Su cerebro está en modo «ejecución», no en modo «creación».

Por esta razón, es frecuente que al ser invitados a proponer ideas, la dinámica no funcione muy bien.

¿Cómo hacer para que las personas pasen al modo creativo?

Una solución muy poderosa es dedicar un par de minutos a realizar un juego de «calentamiento cerebral». Se trata de un juego en el que las personas resuelven un desafío creativo sin aparente conexión con los problemas reales que les ocupan. Esto le permite a sus cerebros ponerse en dinámica creativa sin preocuparse mucho por las consecuencias.

Una vez las personas han comenzado a generar ideas, será mucho más fácil proponerles la pregunta que el facilitador ha preparado para la sesión y conseguir que la enfrenten con deseos de solucionarla creativamente.

 

 

 

 

4. No agregarle emoción a la sesión.

El cerebro creativo se estimula con las emociones: miedo, angustia, estrés, alegría, etc. Sin embargo, los facilitadores de sesiones de ideación no parece ser muy expertos en generar este tipo de emociones en los participantes.

¿Cómo lograrlo?

Aquí va un truco muy sencillo: con competencia.

Un recurso tan fácil como dividir a los participantes en equipos y encontrar una manera de medir su producción creativa hará que sus cerebros funcionen al triple de su velocidad normal y que las ideas propuestas sean infinitamente más creativas y arriesgadas.

La competencia es una de las mecánicas tomadas del mundo de los juegos, que mejor funcionan en los procesos de innovación. No dude en agregar un poco de competencia. Eso sí, debe tener previstos mecanismos para evitar que los «perdedores» se sientan insatisfechos. Muchos de los juegos WakeUpBrain permiten generar espacios de competencia creativa muy estimulantes.

 

 

 

 

5. No capturar TODAS las ideas

 

Error fundamental.

El cerebro tiende a recordar más fácilmente las últimas ideas propuestas. Pero ¿Y si al inicio de la sesión se propusieron ideas de buen potencial que nadie recuerda?

He visto muchos casos en los que las mejores ideas se perdieron por la falta de mecanismos para «capturarlas».

Estas son algunas de las acciones que le ayudarán a evitar este error:

  1. Piense la sesión no como una sesión de generación sino de EXPOSICIÓN de ideas. Agréguele protagonismo a la forma como se muestran las ideas. Plantee el objetivo de la ideación como: tener 30 ideas en esta pared (no simplemente «tener 30 ideas») y vaya adhiriendo las ideas a medida que aparecen, de manera que a todos les quede claro que lo importante no es proponer una idea sino anotarla y exponerla.
  2. Haga que la forma de anotación de las ideas sea muy sencilla. Es probable que si se decide a usar una plataforma de gestión de innovación que le exige a quien vaya a incluir una nueva idea, que ponga descripción, presupuesto, impacto previsto, tipo de idea y demás, muchos participantes no la querrán usar hasta que tengan una idea muy estructurada. Y en esa espera se perderán muchas ideas que podrían haber sido maravillosas. Papeles y lápices de colores en cada mesa es mucho mejor.
  3. Recuerde periódicamente a los participantes que las ideas deben ser anotadas.
  4. En muchos casos USTED, como facilitador, tendrá que cumplir el papel de «Capturador de ideas». Las personas que proponen ideas no siempre son buenas escribiéndolas. Son capacidades distintas. No les exija que las tengan ambas.

 

 

 

 

 

Guillermo Solano

Director de Centro de innovación (www.centrodeinnovacion.com) y creador de la metodología WakeUpBrain para acelerar procesos de innovación usando juegos. Ha diseñado varios juegos comerciales y escribe en su blog www.jugarparainnovar.com

 

 

 

 

 


 

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